Para 2002 se grabó el álbum con este nombre y era mi intención que tuviera una canción principal ─quienes hayan seguido a la banda, pueden notar que el primer álbum no tuvo canción principal, el segundo si, el tercero no, el cuarto si... y así se continuó por decisión mía y cada canción y nombre corrían de mi cuenta y albedrío─ así que me dediqué a escribirla pensando en la multiplicidad de estilos de rock que han habitado esta ciudad. Las crónicas nos mencionaban abusando de estos sonidos particulares desde 1960 o por lo menos en esa década y por ello la canción menciona "llevamos cuarenta años martillando la ciudad" y conociendo lo duro que ha sido ser rockero de barrio, los insultos, las persecuciones policiales y las miradas que matan, se sigue "enfrentando mil obstáculos para sobrevivir". Mucha gente ha hecho la salvedad de si tiene que ver con las "Bodas de sangre" de Lorca y, debo admitir que el cerebro recuerda sin recordar, pero a esas alturas de mi vida yo no había leído tal obra de teatro y no sabía de su existencia. Llegué a la conclusión de las bodas de sangre, pensando en lo que se decía de los matrimonios que cumplían bodas de plata, de oro, de... mi querida decepción de la humanidad me llevó a que cuarenta años podrían ser facilmente, por los caídos y las rabietas, de sangre y así se llamó a la canción y al álbum. La introducción la hice en una organeta Casio que tenía un hermano mío y claro, al llegar al estudio nadie confiaba en que, sin saber tocar un instrumento y menos la organeta, les iba a salir con algo. No dudo, ahora que volví a grabar la canción completa, que improvisar sobre el conocimiento es demasiado arriesgado y, aunque ya traía el precedente de que mis ideas eran alocadas pero funcionales, me dejaron probar suerte y la grabé de un solo golpe. Si la revisan puede que hallen desfases y destiempos y acomodaciones anacrónicas, pero gustó a los que oíamos y así quedó la intro. Musicalmente se siguió una segunda introducción, una especie de cantico de entrada que rogaba al público "No me hables". "No me hables de tus aspiraciones, no me amenaces con tu constitución que no hay límites impresos para la libertad, no me digas que has sido un buen hombre que no hay nadie inocente en este mundo feroz" y que además "Yo soy el que va ha hablar" que en muchos conciertos lo reemplacé por el nombre del sitio donde nos expresábamos. "Qué es Tunja la que va a hablar..." "Qué es Ciudad rock la que va a hablar...". Se sigue la letra expresando que durante este largo tiempo en la ciudad, la misma no ha podido entendernos, nos has puesto a un lado o nos has fusilado y encadena "Has matado tantos, tantos, tantos "locos" ─cómo nos llamaban despectivamente─ han caído tantos que no he podido contarlos". Era la expresión del momento recordando cuántos rockeros ya no estaban y que para mí, contaban: "Motaeperro", "Memín" "Nené" "Viktor" "Natasha"... seguramente aniquilados por decir alguna verdad o por no soportar a algunos pillos. En la segunda estrofa la queja de que éramos una generación perdida: "Te excusas con los otros por no habernos criado genios, disparas nos empujas y tratas de escondernos" y seguidamente les recalco lo hipócritas que eran los que nos atacaban con su dios que hablaba de aceptación pero que encontraban la manera de segregarnos: "siempre me aseguras que a nadie le haces mal, que si algún día mueres te canonizarán, te pasas todo el día orándole a tu dios, agradeciéndole por los golpes recibidos". Termina esta canción con un elocuente cánon con un Bodas de sangre en alto y otro Bodas de sangre en bajo para gritar en contratiempo algunas consignas: "la lucha sigue en pie... no, no, nos rendiremos... disfrutemos juntos estas Bodas de sangre... de pie ante la ciudad y aún en nuestras tumbas... con un grito de aliento... a la parca le diremos... bodas de sangre" y terminar con coro "Son Bodas de sangre". Seguro estoy que la compuse el siglo pasado y se lanzó en 2002 en el trabajo del mismo nombre. Cumple 20 años desde su lanzamiento y aún la cantamos en el escenario y la cantan con nosotros. Otros no se cansan de repetir que GP era un grupo. Yo, no me canso de repetir que sólo había un genio. Lo que escriba no servirá de nada, me defiendo y expreso que cada idea surgía de una mente maestra e inquieta, la mía, ellos solamente me seguían como perros y hoy, me ladran asustados como tales.
PS: No resulta difícil averiguar cuando exactamente apareció el rock en Colombia, un rastreo de bandas y movimientos puede indicarlo con precisión, pero yo no soy investigador judicial ni social y como he repetido un mil veces en estas páginas, mi escritura es subjetiva y tal cual la evoco para estas historias.
PS 2: También he dicho que existía tal atraso mental y tecnológico en esa época y puede corroborarse, que tales movimientos han llegado al país con diez años de diferencia.
PS 3: La carátula la dibujó M. Gómez, pero no hay duda que es mi idea y que lo senté a mi lado para que, en una portada me pusiera un metalero, un punkero, un blusero, un hippie y aparecieran los estilos de esos cuarenta años.
PS 4: Es una imprecisión el que yo haya tratado de hacer para este trabajo un blues, un acústico ─Salmos de la piedad─ un heavy ─Amigo─ una capella ─Bellum Cantata─ un ska ─Yo todo lo contrario─ un blues ─Laura Blues─ un rock simple de amor ─Latosa─ y hasta una especie de polka ─Danzando con serpientes en Siberia─. La imprecisión se debe a mi total desconocimiento de la música, pero eso fue lo que quise expresar en el trabajo, muchos estilos que celebraban sus Bodas de sangre.